Activos de inversión

Veamos un esquema de activos de inversión y cómo están relacionados. Vamos solo a los más tradicionales que habitualmente ofrecen los bancos, aunque hay muchos otros más que no aparecen aquí.

El esquema es este

Esquema de activos de inversión

Tenemos fundamentalmente dos activos de base: Los bonos/letras/obligaciones del estado y las acciones.

Los bonos/letras/obligaciones del estado es que le prestamos dinero al estado y nos lo devuelve pasado un tiempo con un interés. La diferencia entre los tres es solo el rango de tiempos: las letras son a menos de 1 año, los bonos hasta 5 años y las obligaciones de 10 años o más. Suelen dar rentabilidades bajas, pero son bastante seguras, tendría que hundirse el estado para que no te las pagaran.

Comprar acciones es comprar una parte de la empresa, seríamos propietarios de parte de la empresa. Obtenemos beneficio de dos formas: Si la empresa va bien y el valor de nuestras acciones sube y como propietarios de la empresa, si esta reparte sus beneficios (dividendos), recibiremos anualmente nuestra parte.

Aquí surgen por tanto dos formas de invertir. Comprar acciones con la esperanza de que su valor suba de precio y entonces venderlas, sea a corto o largo plazo. Y comprar acciones que suelan repartir sus beneficios anualmente (dividendos) y mantener dichas acciones, cobrando todos los años una cantidad. Hay acciones que no reparten dividendos porque suelen reinvertir sus ganancias para mejorar la empresa haciendo, presumiblemente, que suba el valor de su acción.

La inversión en acciones tiene sus riesgos. A la empresa le puede ir mal. Si la empresa se hunde, posiblemente pierdas todo tu dienro. Si a la empresa no le va bien, el valor de la acción bajará y los dividendos serán más escasos o incluso nulos.

Si invertimos en letras/bonos/obligaciones y/o en acciones directamente, tenemos un trabajo por delante, que se hace más grande si no nos limitamos solo a nuestro país. ¿Qué bonos/letras/obligaciones compramos? ¿de qué paises? ¿qué acciones compramos? ¿de qué empresas? ¿de qué países?.

Y si no queremos poner todos los huevos en el mismo cesto, no debemos comprar solo un tipo de bono/letra/obligación ni solo acciones de una empresa, debemos diversificar, es decir, comprar de varios paises y de varias empresas, a ser posible que no estén muy relacionadas. Por ejemplo, si compras acciones de microsoft y de apple, no estás diversificando mucho, ambas tienen negocios similares (tecnológicas) y son del mismo país. Si hay una crisis tecnológica o en estados unidos, ambas empresas es presumible que vayan mal a la vez.

Si no queremos pasar tiempo estudiando qué comprar y haciendo seguimiento de cómo va, la opción fácil es comprar fondos de inversión o ETF. Ambos productos suelen comprar variado, siguiendo unas reglas propias que suelen indicar en su documentación y solo tenemos que elegir qué fondo de inversión o ETF queremos de acuerdo a esas reglas, meter dinero y despreocuparnos.

Por ejemplo, hay fondos de inversión y ETF que invierten en activos de todo el mundo, o en activos de países emergentes (china, india, etc), o en empresas tecnológicas, o en empresas grandes de todo el mundo independientemente de cual sea su negocio, etc, etc. Solo tenemos que elegir qué nos interesa y el fondo de inversión/ETF se encarga de comprar variado.

Los fondos de inversión que solo invierten en letras/bonos/obligaciones se llaman fondos de inversión de renta fija. Los que solo invierten en acciones se llaman de renta variable y los que invierten en ambas cosas son los mixtos o de renta variable mixta. Los ETF solo invierten en acciones.

Hay dos formas de gestionar qué compra un fondo de inversión: gestión activa y gestión pasiva o indexada. En los primeros, un gestor humano se encarga de tomar las decisiones. En los segundos, se decide automáticamente siguiendo algún tipo de índice. Por ejemplo, el ibex 35 es el índice de la bolsa española donde están las 35 empresas más grandes de España. Un fondo que siga el índice Ibex 35 invertirá en las acciones de estas 35 empresas y en proporción al valor de esa empresa en ese índice con respecto a las demás.

Los ETF en general sólo son indexados, es decir, se crean ETF que sigan índices y se compran acciones de las empresas que participen en ese índice. Aquí puedes ver con más detalle la diferencia entre un ETF y un fondo indexado de renta variable.

Y como decía al principio, hay otros activos de inversión que no comentamos aquí, como puede ser oro y metales preciosos, materias primas, inversión inmobiliaria, criptomonedas, etc. Aunque hay ETFs que se dedican a esas cosas.

Análisis técnico de acciones

Vimos en estrategias de inversión value vs growth que una posible forma de ver si las acciones de una empresa van a dar buen resultado es evaluar la empresa, viendo sus datos económicos de costes, ventas, beneficios, reinversiones, etc y viendo sus espectativas de crecimiento según los productos que vende, mercado en el que actúa, etc.

Este análisis se conoce como análisis fundamental de una empresa y requiere tener buenos conocimientos económicos e incluso algo de visión comercial para saber si la empresa tiene futuro o no.

Otro tipo de análisis a realizar con una aproximación totalmente distinta es simplemente ver el gráfico histórico de cotización de la empresa en bolsa y solo viendo datos estadísticos de estos valores, intentar predecir qué va a pasar.

Veamos algunos ejemplos sencillos para hacernos una idea un poco mejor de qué queremos decir. Fíjate en el siguiente gráfico

Imagen extraída de Trading para Principiantes

Representa el valor de una acción a lo largo del tiempo. Muchas veces el precio de la acción no corresponde con el valor real que tiene la empresa, sino que depende de lo que subjetivamente piensen los compradores y vendedores de acciones. Cuando un inversor piensa que una acción ha bajado mucho y está barata, la compra. Si la acción sube, cuando cree que ha subido suficiente, la vende para obtener beneficios.

Hay valores «mágicos» donde muchos inversores creen que la acción es barata y compran y otros en que consideran que es alta y venden. Cuando muchos invesores coinciden en estos valores, el efecto combinado de todos ellos es que al comprar todos a la vez, la acción sube por el hecho de que hay muchos que quieren comprarla. Y al revés, si sube y muchos quieren vender para recoger beneficios, la acción baja.

Y este efecto se suele observar en los gráficos como el de la figura. Cuando la acción baja y llega a un valor concreto que parece ser que hace que los inversores lo consideren barato, compran todos a la vez y la acción tiende a subir. El efecto en el gráfico es como un rebote en un suelo. Ese suelo se llama «soporte». Ves en el gráfico varios soportes de color verde y ves como el valor de la acción baja hasta llegar a ese valor y de repente sube.

Igual pasa en el lado contrario, cuando sube y todos venden para recoger beneficios, la acción baja. Es como si rebotara en un techo. Son las líneas rojas del gráfico y esos valores se conocen como resistencias.

Este patrón suele repetirse varias veces, así que sin necesidad de valorar económicamente la empresa y fiándose solo del histórico del valor de la acción y que la estadística dice que ese patrón se suele repetir, hay inversores que usan este método para sacar beneficios.

Cogen el gráfico de una acción que les interese, intentan sacar el patrón de soportes y resistencias sobre el gráfico, esperan a un soporte para comprar y esperan a una resistencia para vender.

Este mecanismo tiene dos pegas. Por un lado, hay veces que el soporte no soporta y la acción sigue bajando. Lo que da lugar a que compres pensando que va a rebotar, pero no, sigue bajando. Y al revés, vendes en la resistencia, pero resulta que luego la acción sigue subiendo, por lo que podrías haber sacado más beneficio. En el gráfico ves dos ejemplos donse se supera la resistencia y la acción sigue subiendo en vez de empezar a bajar.

La otra pega es la dificultad a veces para sacar estos valores. El del ejemplo es un ejemplo ideal, pero en gráficos reales puede no ser tan fácil. Mira el siguiente

soportes y resistencias forex
Gráfico extraído de admiralmarkets

En este gráfico real, se han marcado los soportes y resistencias. Ves que aunque una vez pintadas las líneas sí parece que se cumple, hay máximos y mínimos que no se ajustan a esos valores, que se ajustan «más o menos» o que si no tuvieras las líneas pintadas igual no tendrías tan fácil sacarlas tú mismo. Pero al igual que pasa con en análisis fundamental, hay analistas que sacan estas líneas y te las dan ya hechas.

Y volviendo al primer gráfico, donde se ve más claro, hay un efecto curioso. Lo que es un soporte, una vez superado, suele convertirse luego en una resistencia. Y al revés, una resistencia que se supera, luego se convierte en soporte.

Resumiendo, con todo esto, hay inversores que sin necesidad de hacer análisis económicos y de mercado de las empresas, simplemente buscan acciones cuyos datos estadísticos en los gráficos les den patrones claros de soportes y resistencias y los usan para invertir.

Inversión Value frente a Growth

A la hora de invertir en acciones en bolsa tenemos dos estrategias para decidir en qué tipo de acciones queremos invertir: Value y Growth.

Los fondos de inversión, que a su vez invierten en acciones de bolsa, pueden seguir o no alguna de estas estrategias o una estrategia mixta. Es posible que en el nombre de algún fondo de inversión encuentres alguna de estas dos palabras, por ejemplo, AB – American Growth Portfolio B Acc o BlackRock Global Funds – European Value Fund X2. Son dos fondos que he encontrado al azar en morningstar, no los pongo por ningún motivo en especial, salvo que basan su inversión en las estrategias Growth o Value respectivamente.

¿En qué consisten estas estrategias?

La inversión Value consiste en buscar empresas que debido a los sube y baja de los valores de sus acciones estén en un valor por debajo del que realmente tiene la empresa.

La empresa suele tener un valor real en función de un montón de parámetros económicos de la misma, como capital total, beneficios que obtiene, deuda que tiene, ventas totales, gasto en inversión, etc, etc. Todo esto hace que sus acciones tengan teóricamente un valor «objetivo» o real de lo que vale la empresa.

Sin embargo, muchas veces en bolsa las acciones de una empresa se compran o venden más por temores con o sin fundamento de los inversionistas, o esperanzas que tengan, o evolución general de la economía que no tiene que ver con la empresa. Por ejemplo, la guerra de Ucrania puede hacer que los inversores sean precavidos por lo que igual venden sus acciones de determinadas empresas y compren de otras o simplemente busquen otras inversiones que no sean acciones, como invertir en oro o simplemente guardar el dinero en un banco.

La inversión Value consiste en analizar cual sería el valor real de la acción según las variables económicas de la empresa e invertir en aquellas acciones cuyo precio esté muy por debajo del valor que deberían tener. La idea es que esas acciones acabarán recuperando su valor real tarde o temprano, dándote beneficios. Por el lado contrario, si la acción tiene un precio muy superior al valor real no debemos comprarla, porque lo normal es que acabe recuperando su valor objetivo que será más bajo que el actual.

La estregia Growth sigue otro estilo. Busca empresas que pueden crecer mucho. Suelen ser empresas no muy grandes, dentro de lo que es no muy grande para una empresa que cotice en bolsa, que creas que tiene un buen modelo de negocio, que pueda ampliar su mercado geográficamente, aumentar la cantidad que puede vender de su producto, que puede empezar a vender otros productos, etc.

Las empresas gigantes normalmente no entran en esta estrategia porque suelen tener ya un mercado muy amplio, a nivel mundial y salvo que inventen nuevos productos o negocios que vender, es poco probable que tengan grandes crecimientos. Aunque también es posible y de hecho hay fondos de inversión que invierten en acciones de grandes compañías a las que ven todavía potencial de crecimiento.

Esta estrategia es un poco más arriesgada, ya que estamos «apostando» a que una empresa le va a ir bien y va a crecer en un futuro. Necesitamos tener buenos conocimientos de mercado, entender el modelo de negocio de esa empresa y así tratar de ver qué espectativas creemos que tiene.

Ambas estrategias de inversión requieren tener conocimientos y analizar las empresas. Y ambas estrategias tienen riesgos, ya que podemos hacer mal el análisis e independientemente de todo, cualquier empresa puede sufrir un revés en un momento dado y dar un bajón.

La estrategia Value es en principio más sencilla ya que «solo» requiere que aprendamos a evaluar las variables económicas de la empresa, lo que llaman análisis fundamental y asumir que van a seguir por el mismo camino. De hecho, cualquier aplicación de broker de bolsa decente nos da estos análisis ya hechos y nos ofrece los valores objetivo de las acciones. En cualquier caso, hay siempre incertidumbre y predecir el futuro es complejo, como decía Niels Bohr. Por ello estos analistas a veces dan hasta tres valores objetivo: el probable, el optimista y el pesimista.

Precio objetivo de Amazon extraído de investing.com

La estrategia Growth es más compleja, ya que requiere predecir el futuro de una empresa, si va a crecer o no, lo que requiere que tengamos conocimientos del mercado relativo a los productos que ofrece esa empresa, si van a tener demanda, si va a ser mejor que su competencia, etc. Y tiene más riesgo, porque la empresa puede efectivamente crecer, pero también puede bajar bruscamente. Al ser adecuadas para la estrategia Growth las empresas más pequeñas, pueden tener también variaciones más grandes de valor que una empresa gigante que ya esté muy asentada.

Y como punto final, para aquellos que no quieren liarse a aprender a evaluar variables económicas de las empresas, predecir su futuro y no quiere dedicar el tiempo a ello para elegir acciones concretas, hay fondos de inversión, como hemos dicho, que invierten en acciones Value o en acciones Growth. Si analizas un fondo en morningstar, por ejemplo, Brandes US Value Fund Euro I Acc, y en la pestaña «General» buscas el siguiente cuadro

Gráfico extraido de mornigstar

verás que tiene un cuadro negro marcado en la columna «valor» y en la fila «Grande». Esto quiere decir que este fondo invierte principalmente en empresas muy grandes usando la estrategia valor.

Sin embargo, el fondo Heptagon Fund ICAV – Driehaus US Micro Cap Equity Fund B USD Acc nos sirve como ejemplo de lo contrario, invierte en empresas pequeñas con estrategia Growth

Gráfico extraido de morningstar

Esta vez el cuadro negro está en empreas pequeñas con potencial de crecimiento.

DeFi: Finanzas descentralizadas

En la introducción a las criptomonedas vimos que el bitcoin y la blockchain permitían prescindir de una entidad de confianza, los bancos, para apuntar cuántas monedas tiene cada uno y qué transacciones ha hecho.

Sin embargo, los bancos prestan algunos servicios más. Principalmente el poder dejar el dinero en ellos para que nos dé intereses o el pedir un préstamo para comprar una casa o o un coche.

Si en el banco metemos un dinero a plazo fijo, el banco nos da unos intereses. El banco a su vez presta ese dinero a gente que lo requiere para comprar una casa o un coche y le cobra unos intereses. Si al que se le ha prestado el dinero no devuelve el dinero, el banco actúa contra él y le embarga los avales que haya puesto al pedir el préstamos. A nosotros nos da nuestros intereses y terminado el plazo fijo, nos devuelve nuestro dinero.

Una vez más, es el banco, una entidad centralizada de confianza, la que se encarga de realizar toda esta operación y garantizar que todos cumplimos o conseguimos nuestra parte.

Con la evolución de la blockchain y la aparición de otras blockchais similares a la de bitcoin, como puede ser la de etherum, cuya moneda es el ether en vez de el bitcoin, es posible nuevamente prescindir del banco o de una entidad centralizada de confianza.

Las nuevas cadenas de bloques como etherum tienen la posibilidad de crear lo que se llaman contratos inteligentes. Un contrato inteligente es un programa software (SW), guardado en la misma blockchain que es capaz de ejecutar determinadas operaciones según se le programen. Al estar en la blockchain está repartido por miles de ordenadores de todo el mundo y una vez establecido es casi imposible de hackear o alterar.

Por ejemplo, un contrato inteligente puede servir para un préstamos. Vamos a ver el ejemplo del préstamo, pero para que tenga sentido, es necesario que veamos primero el concepto de moneda estable o stablecoin.

Las criptomonedas como bitcoin o ether valen lo que la gente esté dipuesta a pagar por ellas. Por ello, su valor en el tiempo oscila mucho. Esto tiene dos consecuencias

  • Mucha gente cree que van a subir de valor a largo plazo, por ello invierte en ellas y las tienen guardadas, no quiere gastarlas.
  • Su valor muy cambiante no las hacen adecuadas para operaciones depréstamos, ya que si pides prestado 1 bitcoin que actualmente vale 37000€ para comprar un coche, cuando tengas que devolverlo tendrás que comprar un bitcoin para devolver el préstamos y se bitcoin, en ese momento y a precio de mercado puede valer 10€ o 100000€.

Así que para este tipo de cosas han sacado las monedas estables. Son criptomonedas que siempre valen 1€, o un 1$ o la divisa que sea.

Bien, ya tenemos los conceptos necesarios para explicar como funciona un préstamo con un contrato inteligente. Por un lado, tenemos monedas como bitcoin que la gente no quiere desprenderse de ellas porque confían en que van a subir. Por otro lado monedas equivalentes a las monedas tradicionales como euros o dólares.

Un contrato inteligente para el préstamo, que es una pieza de SW almacenada en la blockchain, garantiza que todos los pasos se van a cumplir y podría actuar de la siguiente forma

  • Tú, que eres el que quiere prestar tu dinero para que te den unos intereses, metes en el contrato inteligente una moneda estable. A cambio, el contrato inteligente te garantiza un interés, en general más elevado que el que dan los bancos. Para monedas estables equivalentes al dólar, es fácil intereses del alrededor del 10%
  • La persona que quiere pedir un préstamo y no quiere vender sus bitcoins, pone bitcoins como aval dentro del contrato inteligente y a cambio el contrato inteligente le da monedas estables, las tuyas, para que pueda cambiar por dólares o euros y las gaste.
  • Puesto que el bitcoin puede cambiar mucho de valor, el contrato inteligente no le da tantos euros como valgan los bitcoins, sino que le da una cantidad bastante menor, quizás la mitad. De esta forma, se cubre hasta cierto punto la inestabilidad del precio del bitcoin.
  • La persona que ha recibido el préstamo tiene un tiempo para ir devolviéndolo con ciertos intereses, bien pagando parcialmente, bien todo de golpe, según lo que se haya programado en el contrato inteligente.
  • Si la persona no paga, sus bitcoins se cambian automáticamente por moneda estable para ir pagandote los intereses a tí que has puesto el dinero en préstamo o para devolverte el total una vez finaliza el período de préstamo.

Por supuesto, hay riesgos. Imagina que el bitcoin baja tanto que la persona que ha pedido el préstamo no le compensa devolverlo. Imagina que tenía 1 bitcoin, que a día de hoy vale 37000€, que puso como aval para un préstamo de 10000€. Cuando llega el momento de devolverlo él tiene sus 10000€ para recuperar su bitcoin, pero este por vicisitudes de la vida ha bajado y vale solo 1000€. Evidentemente, si es que sigue queriendo bitcoins, prefiere comprarse 10 bitcoins a precio de mercado que recuperar el que tenía bloqueado pagando 10000€ por él. Y tú, que prestaste esos 10000€, recibirías el bitcoin de 1000€.

Gracias al contrato inteligente y a cómo está hecho, una pieza de SW repartida en miles de ordenadores de todo el mundo, este tipo de operaciones es fiable y no dependen de una entidad central en la que confiemos.

Y los contratos inteligentes no son solo para préstamos. Al ser una programa de SW que alguien programa, está abierto a cualquier cosa que alguien pueda imaginar que se puede hacer con criptomonedas y las blockchain.

Resumiendo, con la aparición de los contratos inteligentes, se abre la posbilidad de hacer las mismas operaciones tradicionales que se hacen con los bancos, como poner a plazo fijo o pedir préstamos, de una forma segura y descentralizada, sin necesidad de una entidad de confianza como es el banco.

Filosofía del Bitcoin

Veamos de forma fácil por qué nació el bitcoin, con qué idea.

Actualmente nuestro dinero «está» en los bancos. Está, entre comillas, porque realmente no está. El banco no tiene una caja con nuestro nombre y ahí dentro los euros o la divisa que sea de cada uno de nosotros.

Si tu cobras tu nomina a principio de mes y pagas tus recibos, los bancos de tu empresa, el tuyo y el de tus acreedores hacen apuntes en sus libros de cuentas diciendo que tu empresa te ha pagado la nómina y que tú has pagado tus recibos, pero no tienen dinero guardado (euros o lo que sea) que sea de tu empresa o tuyo ni lo mueven físicamente de un banco a otro. Todos estos pagos se basan únicamente en que el banco apunta los movimientos y todos confiamos en que eso es cierto.

Así que si el dinero realmente no está ahí físicamente y todo se basa en que hay una entidad de confianza (el banco) que apunta todos esos movimientos, realmente ese dinero «no existe» y sólo tiene valor porque confiamos en los bancos. De hecho, si todos los comercios aceptaran pagos con tarjeta incluso para las más pequeñas cantidades, no veríamos el dinero físico en ningún momento.

Y con esta idea nació bitcoin:

Por un lado, una moneda virtual o criptomoneda. No existe realmente y la idea es que la gente la acepte como pago por las cosas. Es exactamente lo mismo que está pasando con los euros, cada vez son más «virtuales» y solo valen porque la gente los acepta com pago.

Por otro lado, un mecanismo fiable que indique cuánto tenemos cada uno y que pagos o transacciones hacemos, pero con la idea de mejorar lo que actualmente nos ofrecen los bancos y así no necesitarlos como entidades de confianza. Pegas de los bancos:

  • Los bancos no son 100% fiables, siempre hay personas detrás que pueden cometer algún tipo de fraude con nuestro dinero y hacernos perderlo si supera cierta cantidad que está garantizada a su vez por otro banco.
  • Los bancos requieren que te identifiques y en determinadas circunstancias pueden bloquear tu cuenta, con un motivo más o menos justificado y no dejarte acceder a tus fondos.
  • Las operaciones bancarias solo pueden realizarse a determinadas horas del día, normalmente días laborables. Si haces una transferencia un viernes por la tarde, posiblemente no llegue a destino hasta el lunes siguiente por la tarde.

Y el mecanismo fiable de bitcoin para resolver estos problemas y anotar todo el dinero que tenemos y las transacciones que hacemos es la famosa blockchain. No nos vamos a meter en detalles técnicos, pero sí a contar cómo soluciona los puntos anteriores. Entiende la blockchain como una base de datos de ordenador, diseñada especialmente para eso, guardar quién tiene el dinero, cuánto tiene y qué transacciones hace con él.

Para evitar que haya un organismo central (banco o cualquier otro), que tenga el control de esa base de datos, es una base de datos que corre actualmente en miles de ordenadores de gente normal, como podría ser tu ordenador o el mío. Cuando alguien hace una transacción, todos esos ordenadores deben almacenar la transacción, habiendo miles de copias de dicha transacción en miles de ordenadores repartidos por todo el mundo y además tienen que comunicarse entre ellos para confirmar que todos están de acuerdo en la transacción y que tienen los mismos datos. Cada ordenador tiene una copia completa de todas las transacciones.

¿Y cómo haces que la gente colabore con sus ordenadores para esto?. Pues ofreciendo recompensas. Cuando alguien hace una transacción, hay que encriptarla de una forma compleja antes de meterla en la base de datos. Todos los ordenadores compiten entre ellos para ver quién es el que es capaz de hacer la encriptación antes. El que lo consigue primero, pide validación a todos los demás de que está correctamente encriptada y si es así, dicha transacción se copia en todos los ordenadores y el propietario del ordenador que consiguió encriptarlo antes recibe una recompensa en bitcoins. Solo un detalle adicional, quizás un poco más técnico. La encriptación no es solo seguir un algoritmo de encriptación, tiene una parte importante de ensayo y error. Se parece más a resolver un acertijo a base de probar respuestas al azar que a ver quién echa cuentas más rápido.

Estos son los famosos mineros de bitcoin. Ponen su ordenador al servicio de la blockchain, cuanto más potentes sean los ordenadores más probabilidades tienen de resolver el acertijo los primeros y recibir la recompensa. Y justo por lo de que hay una parte importante de ensayo y error, el tener el ordenador más potente no garantiza que encuentres antes la solución, sólo que tienes más probabilidades porque puedes probar más posibles respuestas en menos tiempo. Pero puede sonar la flauta de que un tío con un ordenador poco potente acierte pronto y se lleve la recompensa, poco probable, pero posible.

Y este mecanismo distribuido de encriptado complejo y distribuido entre miles de ordenadores es el que hace que la blockchain sea muy fiable, prácticamente inhackeable. Si alguien quiere modificar un apunte o meter una nueva anotación falsa, tiene o bien que hackear a los miles de ordenadores para que todos estén de acuerdo o bien modificar todas las copias que tienen todos ellos.

Por otro lado, la gente que tiene bitcoins no necesita identificarse con nombres, apellidos y foto. A las personas que tiene bitcoin se les asignan dos claves. Una es pública, es la que ve todo el mundo y es la que utiliza la blockchain para asociarla a tus bitcoins. Es equivalente al número de cuenta de un banco tradicional, quien quiera transferirte bitcoins debe saber esa clave y con esa clave se puede consultar cuantos bitcoins tiene el propietario. La única diferencia con un banco tradicional es que nadie te pide ningún dato para darte esa clave, basta bajarse un programa de ordenador, ejecutarlo y ese mismo programa te da la clave.

Y la segunda clave que te dan es la privada. Esa te la guardas tú (o tu ordenador) y es la que te sirve para poder enviar dinero desde tu cuenta a otras cuentas o hacer pagos. Es equivalente a las claves que te piden los bancos on line para poder entrar en tu cuenta y hacer operaciones. Las claves privadas normalmente ni las ves, las sabe el programa que te has instalado en el ordenador. De aquí quitar un mito, tus bitcoins no están en tu ordenador o en tu pendrive. Tus bitcoins están en la blockchain, en los ordenadores de los miles de mineros. En tu ordenador o en tu pendrive sólo está la clave privada que te permite acceder a ellos.

Así que con este mecanismo se resuelven los problemas de los bancos tradicionales:

  • Son algoritmos de ordenador corriendo en miles de ordenadores todos de acuerdo. Es difícil que una persona mal intencionada pueda hacer ningún tipo de trampa, extraer fondos, etc. El único riesgo es que esa persona mal intencionada sea capaz de robar a una persona concreta sus claves privadas, accediendo a su ordenador. Pero es el mismo riesgo que tenemos si alguien descubre el pin de nuestra tarjeta de crédito o nuestras claves de banco. En ningún caso puede hacer trampas accediendo directamente a la base de datos del banco.
  • No tenemos que identificarnos. Todo el mundo puede ver nuestra clave pública, pero nadie sabe que es nuestra. Así que si alguien quisiera bloquearnos las cuentas a nosotros, tendría primero que saber cual es nuestra clave pública y luego quizás por orden judicial, pedirnos o quitarnos las claves privadas. Pero no existe el concepto de bloqueo de cuenta en la blockchain.
  • Y las operaciones son instantáneas, solo unos minutos, lo que tarden los mineros en resolver el acertijo, y se pueden hacer todos los días a cualquier hora del día, los ordenadores de los mineros están siempre encendidos.

Resumiendo, tiene muchas ventajas frente a bancos tradicionales: seguridad, descentralización y anonimato. La única pega al inicio es que la gente aceptara el bitcoin como dinero o para hacer pagos, sobre todo que fuera lo suficientemente interesante como para que alguien quiera convertirse en minero, pero cada vez se está demostrando que sí, que la gente lo está aceptando. Un bitcoin vale a día de hoy algo más de 38000€ y cada vez hay más tarjetas de crédito que convierten automáticamente bitcoins a euros/dólares para pagar en las tiendas y mineros hay unos 260000 actualmente.