ETF: Fondos cotizados

Los fondos cotizados (ETF) son muy similares a los fondos de inversión, aunque hay algunas diferencias. Veamos algo de detalle.

En un ETF, al igual que en un fondo de inversión, se compran de golpe varias acciones de varias compañías (u otro tipo de activos) en las proporciones que el ETF indique. Una participación en un ETF es un conjunto de acciones que se compran o venden todas juntas, como un paquete.

Con el tiempo estas acciones sube o bajan de valor, por lo que la participación del ETF también lo hace. Cuando vendes la participación obtienes como beneficios lo que hayan subido las acciones o como pérdidas lo que hayan bajado.

Esta es una primera diferencia con un fondo de inversión. Una participación de un fondo de inversión indica solamente que tienes una parte de ese fondo de inversión. No necesariamente la participación es un paquete de acciones que van todas juntas. Aunque a efectos prácticos, para ti, no hay diferencia. La participación del ETF o del fondo de inversión subirá o bajará de valor y en función de eso tendrás ganancias o pérdidas.

La siguiente diferencia es que una participación del ETF hay que comprarla completa. No se pueden comprar partes de la participación. En un fondo de inversión si puedes comprar partes de una participación. Si la participación de un ETF vale 400€, tendrás que comprar un número entero de participaciones, es decir, tendrás que invertir 400€, 800€, 1200€… Sin embargo, si la participación de un fondo de inversión vale 400€, puedes comprar media participación (200€) o una cuarta parte (100€) o decidir que quieres invertir 175€ y con eso te darán la fracción de participación que toque.

Otra diferencia adicional son las comisiones. Vimos que los fondos de inversión tienen comisiones que te cobran el banco y/o la gestora. Los ETF también las tienen.

Por un lado, las de gestión/custodia, sólo por tenerlo. Los ETF las tienen y conviene mirarlas. Se te restarán de los rendimientos, igual que los fondos de inversión

La diferencia son las comisiones que te cobra el «broker». El broker es la herramienta en la que tienes que darte de alta para comprar/vender acciones y ETF. Por ejemplo, ING direct tiene el Broker Naranja. Hay otros como Degiro (si te das de alta con ese enlace nos descuentas algunas comisiones a ambos). El broker puede o no cobrar solo por tener cuenta con ellos y puede cobrar o no por compra y venta de ETFs. De estos dos ejemplos:

Comisiones Broker Naranja : Cobra 8€ por la compra o venta de un ETF en la bolsa española y 20€ si es en una bolsa internacional. Si haces al menos una operación por semestre no te cobra por tener cuenta en el broker, pero si no realizas al menos una operación en el semestre, te cobra 4€ por cada tipo de acción o ETF que tengas. Es decir, si tienes participaciones del ETF A y del ETF B, te cobrará 4€ por cada uno, total 8€ al semestre.

Comisiones DeGiro : Al ser un broker especializado el tema de comisiones es más complejo. Baste decir que no cobra por tener la cuenta ni por no operar con ella, mientras que la compra/venta de ETF depende mucho del ETF. Muchos son gratis, otros llevan un coste según mercado en que se compre. Puede ser desde 0,50€ hasta 5€. Mucha diferencia entre los 0€ si compras en España con Degiro frente a los 8€ que cobra ING también por operar en España, o los 5€ si compras con Degiro en países como Hong Kong frente a los 20€ que cobra ING por operar en países europeos que no sean España. Degiro cobra ademas 2,50€ anuales por conexión a mercados internacionales en los que tengas ETF. Es decir, si tienes ETF en Estados Unidos y Alemania, te cobrará 5€ por «conectividad» con esos mercados. Si solo tienes ETF españoles, no te cobrará esa comisión.

Independientemente del broker, las bolsas suelen cobrarte por compra/venta. Algunos como ING direct te añaden ese coste a la transacción. Otros como Degiro cobran 0,5€ con ese concepto sin pasar directamente el coste.

Así que a diferencia de los fondos de inversión que suele ser gratis la compra/venta de participaciones, los ETF requieren un broker y una serie de comisiones de compra/venta que los fondos de inversión no tienen.

Otra diferencia adicional es que si compras o vendes un fondo de inversión, la operación tarda unos días, incluso una o dos semanas. Un ETF se compra o vende en el momento, siempre que la bolsa donde cotiza ese ETF esté abierta en ese momento.

Y la última diferencia importante es la fiscalidad (hablamos de España). En ambos, ETF y fondos de inversión, tributas por las ganancias cuando vendes tus participaciones. Hasta ahí todo igual.

Sin embargo, un fondo de inversión tiene la posibilidad de traspaso a otro fondo de inversión sin necesidad de vender el fondo y comprar el otro, es decir, sin tributar por este traspaso. Un ETF no tiene esta posibilidad. Si quieres cambiar de ETF, tienes que vender el que tienes, tributar a hacienda por los beneficios y comprar el nuevo.

Respecto a fiscalidad, otro detalle respecto a los broker. El de ING, al operar como banco español, lleva todas tus cuentas de ETF y se las cuenta a hacienda, por lo que te aparecerá todo en el borrador y no tendrás que preocuparte de rellenar los datos, sólo tendrás que verificar que son correctos y está todo. Sin embargo, Degiro no opera como banco español, así que no facilitará tus datos a hacienda. Tendrás que encargarte tú manualmente de pasar los datos fiscales que te suministre Degiro a tu declaración de la renta. Si no te quieres complicar la vida a costa de pagar un poco más, punto para ING.

Resumiendo, en principio los fondos de inversión, sobre todo los fondos de inversión indexados, se comportan igual que los ETF respecto a rendimientos y son instrumentos mucho más fáciles y seguramente más baratos. Los ETF son mejores si hay algún ETF concreto que no encuentres equivalente en fondo de inversión, o si quieres jugar a andar vendiendo y comprando ETF de forma rápida.

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